viernes, 20 de febrero de 2009

Nace el poema (*)

Desde ese suburbio oscuro impúdico
de mi perfumada humanidad
donde mi límbica animalidad opina
y dice
Mi eropsiquis repleta de huéspedes
Con visceral y pudenda voz
la parte baja que ofende mi consciencia
dice y dice y nunca calla

yo transcribo

O del fecundo vientre
de la esquiva y amada Calíope
donde crece esa melífera gota
de néctar de higos otoñales concebida
Nace una rosa espinada y rosa
aromada de amor sueños nostalgia
Bella como labios adolescentes
Y yo, por no poder besarla
a causa de espinas y distancias

escribo

O del trigo que cosechan mis ojos y mis días
nace el tibio ratón espontáneo
de caprichosa palabra constituido
Pequeño como una lágrima de pelo y letras
descolgándose de mi mano
suave o inquieto o turbulento
y a veces furia

para que yo lo escriba


O de la fría y meditada operación matemática
que Poe develó
hecha de cuidadosa métrica y
rítmica rima
De pasos coordinados
acompasada armonía
se erige el frágil atalaya de naipes
Salomónico o humilde
templo adorado
de palabras

que escribo


¿De donde nace la brutal
la cándida la torpe
la nueva y virgen palabra
que imperceptiblemente se mueve
en su blando esqueleto de letras?
Insecto sin cáscara
esperando
ser tinta inmortal o
fugaz y olvidada confesión y promesa
destinada al fuego
fugaz y eterno fuego
La palabra que me cifra
Mi escrita voz
Mi escrito yo
Mi clave

que hoy escribo


(*) título tentativo


Poema de inspiración Girondiana.
Balcarce, mayo o junio de 2008...tal vez abril

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Piedad